el wapo.
No queria despedirme sin antes seňalar un dato importante que me pasó en el día.
Mientras navegaba cual ociosa en domingo, platicaba con una compaňera que (curiosamente) tambien se encontraba en un estado casi catatónico, y me habló de su querida mascota "el wapo" (NOTESE: ese no es su verdadero nombre, pero me di la libertad de re-bautizarlo como tal).
Nunca llegué a pensar que un can pudiese atrapar mi atención de tal manera.
Es por eso que le dedico toda una entrada de blog a mi nuevo amigo.
A ti.
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